13 May 2020  |  Diego Muñoz

¿Cómo desentrañé la historia oculta de la diáspora rapanui en “Polinesia Francesa”?

Abril 2006, Lázaro Hotus Ika, tallaba unas estatuas Moai en el mercadillo de artesanía indígena en Santiago de Chile conversando conmigo: “Estoy esperando que el tahitiano me deposite la plata del arriendo, tengo un terreno allá en Tahiti”. Esa fue la primera vez que escuché hablar del vínculo que existe entre Rapa Nui y la “Polinesia Francesa”, verdadero laberinto memorial en el que entraba como investigador. Me intrigó porque muy a menudo se escucha en Chile que los rapanui no quieren ser chilenos y que preferirían que la isla fuese parte de la “Polinesia Francesa”. Esto circula en la prensa y las redes cuando los rapanui exigen el respeto de sus derechos como pueblo indígena. En ese entonces, ningún libro, ninguna investigación al respecto me podía explicar por qué diablo Tahiti y Rapa Nui, esos dos territorios “ultramarinos”, uno francés y otro chileno, (y que cada país llama con nombres impuestos: “Polinesia Francesa” e “Isla de Pascua”), estaban conectados.

Tres grandes preguntas surgieron: ¿por qué algunos rapanui poseían tierras en Tahiti?; ¿cuáles eran los vínculos que unían esas dos sociedades? y ¿por qué Rapa Nui había sido anexada por Chile? Gracias a una beca de doctorado de la embajada francesa pude dedicarme a indagar estas interrogaciones. Entre 2009 y 2014 investigando entre Rapa Nui, Chile y Tahiti, dialogando tanto con gente como con archivos, reuní una suma importante de datos. Después de descifrar viejos papeles en francés y tahitiano, cruzar datos biográficos, transcribir entrevistas, organizar las genealogías de unos cuatro mil individuos abarcando 14 generaciones, encontré algunas respuestas.

La historia de las tierras rapanui en Tahiti es sorprendente y tuve que remontar muy lejos en el tiempo para entender esos vínculos. En efecto, ¿cómo gente tan humilde, encerrada en su isla-cárcel entre 1895 y 1966 podía poseer tierras en otra isla a 4000 km de distancia y en otro país? De antropólogo pasé a ser también historiador. Esto me llevó a los tiempos en que unos misioneros franceses radicados en Tahiti evangelizaban a los rapanui, pueblo aún independiente (1866). Estos misioneros fueron expulsados por un colono francés con quien se disputaban las “compras” de tierra (1871). Además, un empresario anglo-tahitiano trajo a Tahiti a más de 200 feligreses rapanui para trabajar en sus plantaciones de algodón. Esto llevó a una caída demográfica abismal, dejando tan sólo a 111 personas en la isla ¡porque no cabían todos en su barco! Así fue cómo hacia finales del siglo XIX, había más rapanui viviendo en “Polinesia Francesa” que en su propia tierra. Los rapanui no se extinguieron como lo dice la creencia común, sino que fueron desplazados en masa. Pero muchos regresaron entre 1888 y 1900.

Rapa Nui flagBandera rapanui en Arue, Tahiti. Photo: Diego Muñoz, 2012.Cuando fui a Rapa Nui en 2009 para buscar una explicación a la frase de Lázaro, varias familias decían ser herederas de tierras en Tahiti. Así pasó: la misión católica francesa se encontraba en bancarrota y en 1888 vendió a los trabajadores rapanui las tierras del sector de Pamatai donde los habían instalado. Así completamos la historia de Lázaro, su padre había nacido ahí y su abuelo era uno de los compradores. Ese mismo año 1888 se produce además el acontecimiento fundador de las relaciones entre los rapanui y Chile. La misión francesa había vendido también “sus” terrenos de Rapa Nui al Estado chileno.

Esta historia muestra que Rapa Nui y Tahiti están unidas por una memoria de diáspora, que enlaza asuntos políticos (con la anexión), y asuntos familiares como la propiedad de las tierras de Pamatai. Estas memorias revelan que desde el siglo XIX, la sociedad rapanui no se limita al espacio insular como se suele pensar, sino que incluye a sus comunidades instaladas en Tahiti desde 1871. Aquí está mi aporte, desvelar y desentrañar estos vaivenes “polinésicos” finiseculares que tantos efectos tienen hasta hoy. Entrado el siglo XXI, más de la mitad de los rapanui vive fuera de su isla, buscando nuevas maneras de vincularse a ella y con los países de Oceanía. De este modo, las memorias familiares rapanui comienzan mucho antes que Chile anexara “Isla de Pascua”. Actualmente me encuentro preparando un libro en el cual presentaré todos los detalles de esta historia desconocida de los Rapa Nui en Tahiti.